Erase una vez, allá por el mes pasado, un jueves, un lindo, bello y frondoso tomate fue comprado en el mercado de los lunes en un humilde puesto de verduras. Dicho tomate lleno de color y jovialidad sonreía alegre intentando imaginar en la multitud de platos a los que podría dar su fresco y delicioso sabor, no podía esperar a ser cortado en rodajitas o tacos, pinchado con un tenedor, triturado, aliñado con aceite, albahaca, orégano y otras tantas especias.
Pero el destino dio un giro fatal para nuestro tomate... La bolsa en la que iba junto a todos sus colegas tomate se rompió y todos cayeron al suelo, pero por desgracia nuestro tomate protagonista siguió rodando y calló por una boca de alcantarilla. Primero resbaló tubería abajo entre agua sucia y espesa y desperdicios, luego cayó a una corriente de agua donde estuvo acompañado de otros despojos como mojones, restos médicos y fetos. Finalmente, en una cascada, salió despedido contra un bordillo y cayó sobre el, sufriendo un fuerte impacto que le dio en la mitad de su rostro, el cual quedó deforme y pocho.
Desde aquel día ya nada sería lo mismo para el, no soportaba ver su rostro pocho y deforme reflejado en las turbias aguas de su nuevo hogar, así que se hizo una máscara con papel higiénico usado. Su vida era una miseria, Las ratas y las cucarachas le perseguían constantemente para comérselo, por ello se hizo una negra capa con una bolsa de basura, se negaba a ser comida de simples alimañas, el estaba hecho para los paladares mas selectos del mundo, no para tal inmundicia.
Vivía atormentado, tanto, que acabó haciéndose un órgano con los canutos de papel del culo, dientes rotos y demás mierdas que por la alcantarilla pasaban. Y desde entonces no se ha vuelto a saber nada de este tomate. Algunos dicen que sigue en las alcantarillas tocando su órgano y planeando una venganza contra la cruel mueca que el destino le hizo.
Él fue, es y será.... EL PHANTOMATE DE LA ÓPERA!!!
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